Jodidos domingos.

Domingos que empiezan con apuntes, libros de texto e intentos de estudiar que se quedan en eso, en intentos.

Los domingos no son lo mío.

Comienzan con algo productivo como estudiar y siempre acabo releyendo algún libro de mi estantería, viendo los capítulos que más me gustan de mis series favoritas o empezando otra nueva.

Pero, por el contrario, amo los domingos ya que son como yo: fríos, silenciosos.

Celeste.